El estrés, un enemigo silencioso

Se podría decir que el estrés es casi una “situación” normal en la vida de las personas, ya que comúnmente podemos “sufrir” de estrés si tenemos una primera cita, si perdimos el colectivo y estamos por llegar tarde al trabajo, hasta situaciones más engorrosas como deudas que no podemos afrontar, la pérdida de un trabajo o la muerte de un familiar. Lo que queremos decir, es que situaciones estresantes hay por doquier, y los disparadores pueden ser tanto sencillos como complejos. 

 

De hecho, el estrés no siempre es malo, muchas veces es el motor que nos permite salir airosos de situaciones peligrosas, dolorosas o poco amables. Ahora, cuando la carga física, emocional o psicológica supera tu capacidad para hacerle frente, eso es estrés malo, en otras palabras, lo que te causa estrés porque te sobrepasa… es malo. Cuando aparece este tipo de estrés, también llamado distrés, la forma de darte cuenta de que está gobernando tu vida, es prestando atención a los síntomas como ansiedad, sudoración, agotamiento, dolor de estómago, taquicardia, entre otros.

 

Es importante que estés muy atento a los síntomas, para que puedas tomar cartas en el asunto y liberarte de ese estrés que, con el tiempo, produce consecuencias crónicas a nivel físico, tales como dolores de cabeza frecuentes, diarrea o estreñimiento constante, cansancio excesivo, insomnio, variaciones de peso (algunas personas pierden el apetito, mientras que otras engordan mucho, porque comen todo lo que hay a su paso), entre otras. 

 

Cuando detectes que te está sucediendo, lo primero será pedir ayuda (ir a terapia es una excelente opción), luego, podrás continuar por identificar las situaciones que te estresan para poder alejarte de ellas, iniciar alguna actividad física que te guste para liberar endorfinas, darte permiso para realizar más actividades que disfrutes y que te hagan bien (salir a pasear, tirarte en la cama a ver TV o la reparación de la tv etc). Esos son sólo algunos consejos que pueden ayudarte a calmarte, a relajarte y a alejar el distrés de tu vida.

 

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Estrés en el Hogar

 

¡Sí! En el hogar hay varios factores que también producen estrés, ¿te mencionamos algunos? 

 

  • Las personas que se dedican a cuidar de sus hijos, suelen padecer de estrés. No es que los niños tengan la culpa, ¡en lo absoluto! Sólo que estar abocados a ellos, impide que la mamá o el papá que se encarga de ellos pueda dedicarse a sí mismo, cayendo en un descuido total de su persona, lo que le impide disfrutar de cosas que antes le hacían bien: ir de compras, ir al spa, ir al gimnasio, etc.
  • Las tareas del hogar también generan estrés. Suponen generalmente un exceso de responsabilidad, que además requieren de urgencia. Por eso recomendamos en estos caso que delegues, quizás puede venir alguien a ayudarte con la limpieza general al menos una vez al mes, podés delegar la reparación del ordenador en un técnico de pc. No tenés porqué ser MacGyver o la Mujer Maravilla y limpiar y reparar cada cosa que está fuera de lugar o se rompe.

 

Nuestra recomendación, es que si te sentís estresado, ¡no lo dejes pasar! Prestá atención a los síntomas, tomá en cuenta las situaciones que te producen el malestar y cambiá el rumbo de tu vida hacia un lugar que te haga sentir bien y saludable.

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